Alba:
El otro día ha
sido la carrera la San Silvestre de Treto, mi segundo año que la iba a correr, pero este año habían cambiado el
circuito, le habían quitado las dificultades que tenía.
Le habían
quitado las piedras y encima la iban a hacer al revés, con más bajada que
subida. Llegamos allí a las diez, yo cogí la bici y me puse a calentar, después
de un poquito fui a por mi compañera Xana, vino mi hermana y más tarde nuestra
otra compañera, Elena.
Dieron las once y nos pusimos en la salida,
como salían primero los mayores esperamos un poco, nos dieron la salida, la mía
fue muy buena, aunque mi hermano al salir me dio un pequeño golpe y me quedé
atrás, llegamos al principio de la subida de hormigón y me pasaron unos
cuantos, me situaba detrás de Fernando Méndez, terminamos la subida y me pegué
a él, después me descolgué.
Empezamos la
subida de barro y él se bajó, yo seguía montada, le pedí paso pero no me dejo,
más tarde me tiró al suelo, le adelanté y seguí, cogí a Xana, pero después me
caí, se me acercaron los de atrás y se me alejo Xana, empezamos a bajar y
acababa de empezar a granizar, yo casi no podía dar pedales porque de la caída
me dolía mucho la cadera y la pierna derecha.
Bajando la
alcancé, ella iba muy nerviosa, yo también aunque menos que ella, la bajada se
me estaba dando bastante bien, nos encontramos con unos cazadores y con sus
perros, seguimos para delante y alcanzamos a dos de otra categoría, los pasamos
pero luego ellos a nosotras, empezaban a venir de los mayores, comenzamos una subida y Xana me dejó un poco atrás,
no la volví a coger porque estaba muy cansada, me adelantó otro de los mayores,
era Alberto Sainz de mi equipo, ya llegué al puente y empecé a bajar, di a todo
lo que podía y al final entre en meta, me cambié y esperé viendo llegar al
resto, dieron los premios.
Mi parte favorita del circuito fue la subida de
barro.
Ariadna:
Este fin de semana ha sido la última
carrera del año; la XIX San Silvestre popular de Mountain bike en Adal Treto
(Cantabria).
Corríamos a las once y como no me pillaba
lejos no tuvimos que madrugar tanto. A las diez llegamos allí y nos encontramos
con algunos de nuestros compañeros que habían ido a correr: Xana Ruíz que es
alevín, Fernando Méndez que es principiante, Axiel Salas que pasa a
principiantes, Elena Barcenilla que pasa a infantil, Irene Barcenilla que es
cadete, Alba Fernández que era del equipo de Ramales y cuando salió de escuelas
fue al Maestre, es júnior y más tarde vino Oier Mazón que es infantil.
Estuvimos calentando hasta que salimos porque hacía mucho frio. Yo, estaba muy
nerviosa porque este año había asfaltado parte de la bajada y entonces habían
decidido que lo iban a hacer al revés y salíamos desde el Polideportivo Pepín
Lastra, bajábamos el bordillo e íbamos cuesta abajo hasta la subida de
hormigón. Cuando nos dijeron que iban a dar la salida nos pusimos detrás de los
mayores y nos dijeron que no teníamos que salir a la vez que ellos que luego
iban a hacer una salida especial para las categorías de: menores de catorce (en
la que estaba yo) y entre quince y dieciocho años, entonces esperamos como nos
habían dicho y cabíamos casi todos en primera fila porque la línea era muy grande. Mi salida fue normal, aunque
luego fui remontando y para la subida de hormigón ya me quedé detrás de Xana
Ruiz después de adelantar a mi hermana Alba. Pasé a Xana a la altura de una
casa y conseguí llegar tras Elena a la primera subida de barro del circuito
donde se bajó, entonces vi que era mi momento, me bajé de la bici y parecía que
tuvo avería mecánica y la adelanté, después me volvió a pasar y las dos
rebasamos a uno que también iba bajado de la bici.
Cuando llegamos a un llano
me monté y decidí que esa cuesta la iba a subir, entonces la hice entera y
adelante a Elena. Seguí apretando para que no me cogiera, un poco lejos vi a
Irene y me motivé más. Hacía muy mal tiempo y en ese momento se puso a granizar
y yo creo que me pilló en la peor parte del circuito porque era una bajada que
de pasar tanta gente y del granizo resbalaba muchísimo, pero no me decepcioné y
seguí para adelante. Después de esa bajada muy larga venia una subida también muy
larga y mientras bajaba veía a Irene (ya es de la otra categoría) que terminaba
la cuesta, entonces seguí pedaleando y subí la cuesta muy rápida aunque cada
vez veía que se me alejaba más. Un poco más tarde llegue al cruce donde había dos hombres para
señalizarme por donde tenía que ir aunque yo ya sabía por dónde. Allí también
veía mientras terminaba de subir que dos cazadores y una pila de perros se
dirigían a la subida del circuito por donde yo había venido. Ya apenas veía a
Irene, en la última subida que me quedaba veía que se me acercaba Elena y
entonces empecé a apretar un poco más, luego bajé la última bajada de
grijo y me dirigí a la cuesta del
matadero donde no faltaba mi madre animándome muy contenta. Yo acabé muy
contenta porque di todo lo que tenia.
Después le pregunte a mi madre como había
quedado y me dijo que creía había quedado tercera, yo no me lo creía, pero ella
no se confundió. Subí al pódium a recoger el trofeo muy contenta porque creo
que me lo merecía.